Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 5 y el 10% de los casos de cáncer en Europa son de origen laboral tiene menú contextual
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que entre el 5 y el 10% de los casos de cáncer en Europa son de origen laboral, lo que supone un grave problema de salud pública y de prevención de riesgos laborales. Solo en España, se estima que cada año se diagnostican unos 10.000 casos nuevos de cáncer relacionados con el trabajo, y en el mundo la cifra asciende a 80000 muertes.
La importancia de la prevención de riesgos laborales
El cáncer de origen laboral es aquel que se produce por la exposición a agentes cancerígenos en el entorno de trabajo, como el amianto, el benceno, el humo de tabaco, las radiaciones ionizantes o los virus. Estos agentes pueden causar diferentes tipos de cáncer, como el de pulmón, el de vejiga, el de piel, el de hígado o el de sangre.
La prevención de riesgos laborales es clave para evitar o reducir la exposición a estos agentes y proteger la salud de los trabajadores. Para ello, es necesario identificar los factores de riesgo, evaluarlos, eliminarlos o sustituirlos por otros menos peligrosos, aplicar medidas de control y protección colectiva e individual, y realizar un seguimiento médico periódico de los trabajadores expuestos.
Causas y prevención del cáncer laboral según la OMS.
¿Por qué aparece el cáncer de origen laboral en trabajos de obra o aspiración industrial?
El cáncer de origen laboral se desarrolla debido a la exposición prolongada a agentes cancerígenos presentes en ciertos ambientes laborales. En trabajos de obra y aspiración industrial, los trabajadores están frecuentemente en contacto con sustancias como el amianto, el benceno, y otros productos químicos peligrosos. Estas sustancias pueden penetrar en el cuerpo a través de la inhalación de polvo o vapores, contacto con la piel o incluso por ingestión accidental, causando daños celulares que pueden derivar en cáncer con el tiempo
Factores comunes en trabajos de obra y aspiración industrial:
- Amianto: Utilizado en materiales de construcción, puede causar mesotelioma y cáncer de pulmón.
- Benceno: Presente en productos industriales, está vinculado a leucemias.
- Sílice: El polvo de sílice, generado en actividades como el corte de piedras, puede inducir cáncer pulmonar.
- Humo de soldadura: Contiene metales pesados y otros compuestos que aumentan el riesgo de cáncer.
Cómo la OMS puede mejorar la situación
La Organización Mundial de la Salud (OMS) puede desempeñar un papel crucial en la mejora de la situación del cáncer de origen laboral mediante las siguientes estrategias:
- Normativas Internacionales: Desarrollar y promover estándares internacionales estrictos sobre exposición laboral a agentes cancerígenos.
- Investigación y Datos: Financiar estudios para identificar nuevos agentes cancerígenos y comprender mejor los mecanismos de exposición y desarrollo del cáncer.
- Capacitación y Educación: Implementar programas educativos globales para trabajadores y empleadores sobre los riesgos y las mejores prácticas de seguridad.
- Monitoreo y Vigilancia: Establecer sistemas globales de monitoreo para rastrear la exposición a agentes cancerígenos y los casos de cáncer laboral.
- Asesoría y Apoyo Técnico: Brindar asistencia técnica a los países para desarrollar y ejecutar políticas efectivas de prevención del cáncer laboral.
- Campañas de Concienciación: Lanzar campañas globales para aumentar la conciencia pública sobre el cáncer de origen laboral y la importancia de la prevención.
Implementar estas medidas puede reducir significativamente la incidencia de cáncer relacionado con el trabajo, protegiendo la salud de los trabajadores a nivel mundial
80000 muertes causadas por enfermedades laborales en Europa
Según la OMS, el cáncer de origen laboral es responsable de alrededor de 80000 muertes al año en Europa, lo que representa el 8% de todas las muertes por cáncer en el continente. Además, se calcula que el coste económico de este tipo de cáncer asciende a unos 120.000 millones de euros al año, entre gastos sanitarios, pérdida de productividad, indemnizaciones y pensiones.
La OMS ha instado a los gobiernos, las empresas y los sindicatos a tomar medidas urgentes para prevenir el cáncer de origen laboral, que es en gran medida evitable. Entre las acciones propuestas se encuentran la ratificación y aplicación de los convenios internacionales sobre seguridad y salud en el trabajo, el desarrollo de planes nacionales de prevención del cáncer, la promoción de la cultura de la prevención y la sensibilización de los trabajadores y la sociedad.
Formación, EPIs y cultura de seguridad, claves para reducir el cáncer de origen laboral
El cáncer de origen laboral es una de las principales causas de muerte por cáncer en Europa, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de una enfermedad que se produce por la exposición a agentes cancerígenos en el entorno de trabajo, como el amianto, el benceno, el humo de tabaco, las radiaciones ionizantes o los virus. Estos agentes pueden causar diferentes tipos de cáncer, como el de pulmón, el de vejiga, el de piel, el de hígado o el de sangre.
Para reducir las cifras del cáncer de origen laboral, es necesario adoptar una serie de medidas de prevención de riesgos laborales, que se basan en tres pilares fundamentales: la formación, los equipos de protección individual (EPIs) y la cultura de seguridad.
La formación es imprescindible para que los trabajadores y los empleadores conozcan los riesgos a los que se enfrentan en su actividad laboral, así como las medidas preventivas que deben aplicar para evitar o reducir la exposición a los agentes cancerígenos. La formación debe ser adecuada, actualizada, accesible y comprensible, y debe fomentar la participación y la consulta de los trabajadores. Además, debe incluir información sobre los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de origen laboral, así como sobre los recursos y derechos disponibles.
Los equipos de protección individual (EPIs) son indispensables para protegerse de los agentes cancerígenos que no se puedan eliminar o sustituir por otros menos peligrosos. Los EPIs son dispositivos o medios que se colocan o sujetan al trabajador para evitar o minimizar los riesgos derivados de su trabajo. Algunos ejemplos de EPIs son los guantes, las gafas, las mascarillas, los cascos, los trajes, etc. Los EPIs deben ser adecuados al tipo de riesgo, al puesto de trabajo y al trabajador, y deben cumplir con las normas de calidad y seguridad. Además, deben ser usados correctamente, conservados adecuadamente y revisados periódicamente.
La cultura de seguridad es esencial para crear un entorno de trabajo saludable, donde se respeten las normas de seguridad y salud, se promueva el bienestar de los trabajadores y se prevengan los accidentes y las enfermedades laborales. La cultura de seguridad implica el compromiso, la responsabilidad y la participación de todos los agentes implicados en el trabajo: los trabajadores, los empleadores, los representantes sindicales, los servicios de prevención y los profesionales sanitarios. La cultura de seguridad se basa en valores como la confianza, la comunicación, la cooperación, el aprendizaje y la mejora continua.
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